Las hojas cambian a un color amarillo precioso que contrasta estupendamente con otras plantas que tengo en casa.
Tengo siempre el bonsai bajo techo y así no sufre las heladas del crudo y frío invierno.
Este año no tengo la suerte de tener un techo donde resguardarlo del sol en verano y de las heladas en invierno a si que le voy a hacer una estructura de madera con una especie de parasol que os enseñaré en próximas entradas.
1 comentario:
Bueno, y qué decir del manzano, está hermosisimo, tiene un aspecto que ni el mejor de los maestros japoneses, jeje.
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